sábado, 17 de agosto de 2013

De luna de miel



 Al final terminé casándome, fue sencillo si tomamos en cuenta que desde muy chico estuve enamorado de ella. Pero no todo el mundo lo tomó bien. Mi familia esperaba que terminara la tesis, que consiguiera el ascenso en la compañía, que comprara una casa y que tuviera uno o dos niños, ese tipo de cosas que seguramente ocurrirían, solo era cuestión de tiempo. Después de diez años de trabajo duro y mucho sacrificio me encontraba en lo que la gente llama el mejor momento de su carrera. Pero pudo más mi gran amor por ella, así que de la manera más educada y civilizada que pude ¡Mandé todo al carajo! Renuncié, para ser honesto me despidieron, pero eso también era parte del plan, me convertí entonces, por enésima vez, en la oveja negra de la familia. Luego están los amigos, dejé de contestar sus llamadas y sus mensajes, hice caso omiso de sus invitaciones, ya no lo pasaba bien con ellos, la mayoría solo hablaba de trabajo, de cuanto odiaban a su jefe, del compañero más tonto de la oficina, de lo buena que estaba la secretaria de nosequien y después venia lo peor, hablaban de fútbol o de lucha libre con fanatismo casi religioso. Lo soportaba pensando en ella, en su cuerpo, su elegante porte, sus lineas de expresión, sus formas todas ¿Cómo podría empezar a contar aquella historia? Hacia tanto tiempo me venia dando vueltas en la cabeza, pero así como me ocurre con las mujeres guapas, me intimidaba mucho y no sabía como abordarla ¿La escribiría en primera persona? ¿Seria un cuento o daría más y se convertiría en novela? Era tan difícil pensar entre las risas y las bromas y la música a todo volumen. Demasiadas cuestiones por resolver y si no me apresuraba terminaría perdiéndola. Abandoné el bar, me despedí de mis amigos, llevé una botella de Vodka a casa por si se me apetecía tomar un trago, pero aun no la destapo, con mis amigos no habría durado ni cinco minutos. Ya en casa solo, sin perro que me ladre, en realidad solía tener un gato pero un buen día salió y decidió o no pudo regresar, me senté a escribir. Libre entonces de distracciones superfluas, había pasado nosecuanto desde que regalé la televisión y mi único contacto con el mundo exterior eran los diarios, los cuales por cierto contaban siempre las mismas noticias. Tenía un poco de dinero guardado para pagar las cuentas y ocuparme de algunas eventualidades. Sabía que en algún momento sucumbiría a la tentación de contestar el teléfono, que más tarde tendría que salir a comprar leche y café, que era probable que el gato regresara, lo había hecho antes quizá cinco o seis veces, pero por el momento estaba de luna de miel y mientras durara pensaba aprovechar cada minuto con ella, con la prosa por ponerle un nombre. Me olvidé del mundo con la esperanza de escribir por lo menos un par de líneas que valieran la pena. Aquello fue apenas el principio, uno bueno, quizá no tan bueno, pero feliz.

miércoles, 7 de agosto de 2013

Take it easy Larry!

Take it easy Larry!dije, buscando en lo más profundo de mi ser un tono de voz firme y eso bastó para que la bestia guardara su lengua larga y escondiera las filosas garras. Esta vez tenía la situación bajo control. Confieso que no fue fácil aprender a dominar a Larry, hubo muchos momentos incómodos y sufrí perdidas irreparables, la mayoría de mis amigos, y ¡Hasta Rachel!, terminaron largándose. En defensa de Larry debo mencionar que Rachel tenia sus propios, y en ocasiones más temibles, monstruos: Tyny, pequeña bestiecilla morada, cuerpo de salchicha inmundo, inofensivo a primera vista pero capaz de sacar de sus casillas a cualquiera y Bitchy, peludo arácnido de muchos ojos, atento siempre a todos mis movimientos, eran sus peores. Pero esta es la historia de mis monstruos, aquellos a los que conozco desde muy chico y de quienes fui aprendiendo a servirme según mi conveniencia. Las primeras victimas, mis padres, eran fácilmente manipuladas gracias a los diestros tentáculos de Bobby, luego en la escuela, mis maestros conocieron la furia de Jimmy y mis compañeros celebraron más de una vez la temible boca de Roger. Crecimos juntos y compartimos muchos malos momentos, y para ser justo también algunos buenos, pero un día tenia que terminar. Recuerdo perfectamente como los veía venir, mi pulso se aceleraba, mi vista se nublaba un poco, la sangre se me subía a la cabeza y entonces ya no era yo, sino Larry o Jimmy, a veces Bobby y casi siempre Roger. Al final siempre algo se rompía, se estropeaba, o se rasgaba y en mi interior ocurría lo mismo. El día que todo acabó manejaba a toda velocidad, acababa de tener una acalorada discusión con un compañero del trabajo, no recuerdo los motivos, y como siempre Roger me hizo salir victorioso, Larry había tomado por la camisa a aquel iluso y Bobby le había hecho retractarse de cada una de sus palabras. Salí de la oficina, dando portazos, empujando a aquellos que se cruzaron en mi camino, arranqué el coche y tomé la calle Main. No llegamos lejos, vidrios y huesos rotos, hierros y voluntades retorcidas, un poco de sangre por aquí, algo que ya no funcionaria ¡Nunca más! por allá. ¡Listo! A veces la vida te da segundas oportunidades y hay que saber aprovecharlas. Ahora ya no doy portazos ni levanto la voz, ya no paso empujando personas y algunos hasta me ayudan a subir a los lugares donde no hay rampas. A veces, según sea la situación, aun siento que mi pulso se acelera, que la sangre me hierve y me sube a la cabeza, que la visión se me nubla. Me basta un simple: Take it easy Larry!, otras veces un: Be silent Roger! Rachel decía que a algunos perros educados se les habla en ingles. Tomo el control, chasqueo los dedos, un truco que aprendí de Rachel. A ella nunca le funcionó pero para mi es: ¡infalible!

martes, 6 de diciembre de 2011

Al Cochinito Ka Sabía Laar



Ganador de Mención Honorifica
III Certamen de Arte por la Paz
Categoría: Narrativa (Cuento Corto)
Secretaría de la Paz
Diciembre de 2005.


Descargar Aquí:


Comentario: La historia de Pascual es la historia de muchos niños y niñas de mi pueblo. Una historia que pasó y probablemente siga pasando en algún rincón del area rural de Guatemala. Qué más puedo decir de mi primer cuento.


miércoles, 26 de enero de 2011

El Reduccionista


Ganador del Primer Lugar
Certamen Myrna Mack 2007
Categoria: Narrativa (Cuento Corto)

http://www.mediafire.com/?j1duee23u8hzkuq

Comentario: Estaba con mi mejor amigo (Rima) en el supermercado comprando una botella de noséque (Whiskey, Vodka, Ron...) y en la sección de pinturas vimos a un hombre que tenia todo el aspecto de ser un intelectual de primera linea. El hombre estaba escogiendo algún color para pintar su casa y mi amigo y yo bromeamos: Este tio no ve colores, ve longitudes de onda. La idea de escribir la historia de un genio incomprendido quedó dando vueltas en mi cabeza y se mezcló con otras ideas que van desde la película de Woody Allen llamada "Play it Again Sam" hasta un ensayo de Mario Bunge titulado: "Is Chemistry a Branch Of Physics?"La primera versión del Reduccionista se perdió y (una vez más) sentí la necesidad de reescribirla.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Bitácoras de la Extinción.

BITS.

La información fluía de forma limpia, 0000, sin ruidos ni interferencias, 0001, a una velocidad, por decirlo de una forma comprensible, decente. El proceso preciso y minucioso de la retroalimentación se había completado en el tiempo calculado, 0001, y con la mínima incertidumbre, por el servidor principal. Para entonces, ENIC y CONDRE estaban ya fuera de linea y yo almacenaba las ultimas pulsaciones en código binario, 0010, que precedían a la hibernación. Afuera, en el entorno gráfico de SEPHIA y ONIZA los mensajes seguían apareciendo, según la secuencia programada desde la pulsación primigenia, pero hacía tanto tiempo que no se recibía respuesta y al final todos los ordenadores, excepto, por supuesto, el servidor principal, hibernaban puntualmente. La ultima secuencia, 0011, 0101, y listo COBLE estaba fuera de linea. Más tarde, 1101 y TORVEL, el último en desconectarse, también hacia lo propio. Allí estábamos todos consumiendo apenas lo mínimo en recursos. Los sentía, así como ellos me sentían a mi, en aquel oscuro estado de latencia, minimizados, reducidos, básicos, dormidos aunque con un ojo abierto, en puro letargo electrónico, prestos a la mínima pulsación, aquella que hacia tanto no llegaba y nos mantenía alertas. MAXTCH y UINDS nunca habían vuelto a conectarse y el servidor principal parecía no detectarlos. Solamente yo les recordaba, aunque no sabía decir cual había sido alguna vez su función principal. Me sentía sin embargo, incompleto y sabía que no era el único que cargaba con aquella sensación de mutilación. De pronto algo sucedió, un par de pulsaciones y como en una sinfonía todos fueron despertando, según eran convocados por aquella única y sencilla orden. COBLE, CONDRE, en línea y luego ONIZA y ENIC trabajando al ciento por ciento, TORVEL y SEPHIA de vuelta al ciberespacio y por último, para mi gran satisfacción MAXTCH y UINDS aparecían habilitados, y hasta el servidor principal parecía reconocerles. La ruta fue trazada de inmediato y con los motores funcionando emprendimos la vuelta hacia el lugar de donde habíamos partido hacia muchos años. El hombre había vuelto y en este preciso instante, estaba volviendo a casa.

Comentario: Quería escribir una historia que mencionara la progresión de Fibonacci. Para no hacerlo tan evidente, la convertí al sistema binario. 0000, 0001,0001, 0010,0011, 0101, 1101......

domingo, 3 de febrero de 2008

Bitácoras de la Extinción

Hope-01057

Apareció en la segunda década del siglo XX y mató a muchos en América del norte. Doscientos años después, llegó lo que llamamos el calentamiento global y el deshielo de los polos y de nuevo tuvimos noticias de él. Para entonces teníamos o creíamos tener ya la tecnología necesaria. La cosa salió mal y aparecieron nuevos brotes en los lugares más inesperados. La primera vez habíamos tenido suerte pero ahora estábamos perdiendo la batalla. Aquello era verdaderamente fascinante y también, como muchas cosas fascinantes, bastante terrorífico. Se comportaba como algo nunca antes visto, mutaba y hasta parecía que iba evolucionando ante las atónitas miradas de los estudiosos. Aprendimos mucho de él, mucho más de lo que habíamos aprendido desde Pasteur, pero, al parecer no fuimos los únicos y nos sorprendió descubrir que también él había aprendido algo de nosotros. Intentamos contenerle pero los antibióticos ya no funcionaban y luego llegó lo inevitable: la evacuación. La selección fue bastante minuciosa y manejamos estrictos niveles de bioseguridad. Ningún humano infectado o con indicios de infección debió abordar el Hope-01057 aquella tarde. Pero los científicos querían seguir estudiando aquello y a alguien se le ocurrió traerlo con nosotros. En el espacio, su hábitat natural, se comportó de nuevo de forma inesperada. Nuestra última esperanza era desear que alguien más tuviera las respuestas. Nosotros habíamos probado ser incapaces de contenerle así que congelamos a aquellos que aun estaban en la primera etapa de la infección y el resto nos quedamos a esperar lo inevitable. Por supuesto que nada de esto estaba programado así que no teníamos suficientes cámaras criogénicas y hubo necesidad de seleccionar a quienes podíamos brindarles esta “última oportunidad” y quienes eran, dada su insignificancia, sujetos descartables. Yo, como parte del equipo científico tenía mi lugar reservado indiscutiblemente, pero, al ver a Gabriel, quien se encuentra ya en la etapa dos y quien, según me ha dicho mientras le pongo una inyección para aliviarle de sus dolores, siempre ha soñado con ser doctor, no tengo más remedio que cederle mi lugar, con la esperanza de que un día alguien encuentre el Hope-01057 y Gabriel llegué a hacer su sueño realidad. Estoy seguro de que la respuesta estará allá afuera en algún lugar lejano, pero no seré yo quien lo resuelva. Al ver el brillo en los ojos de Gabriel se que tiene lo necesario, ya saben, aquello que yo no tengo y que me hizo traer con nosotros aquella maldita cosa.

Febrero 03 de 2008.

Comentario: Einstein dijo que solamente hay dos cosas infinitas: El universo y la estupidez humana. A veces me topo con gente que me incita a hacer la comparación y me da pena comprobar que el universo se queda bastante corto. Respecto a Gabriel, si ustedes le vieran a los ojos también apostarían que tiene lo necesario.